Por Leonel Carlos Guerrieri
El. Sr. Leonel Carlos Guerrieri, Punto Focal Regional de Explosivos para América del Sur, de la Unidad de Prevención de Terrorismo con Químicos y Explosivos de INTERPOL (Unidad CHEMEX), explica la estrategia enfocada en el modelo regionalizado y el beneficio de establecer y fortalecer los canales de cooperación.
En respuesta a la creciente complejidad de las amenazas relacionadas con el uso de explosivos en América del Sur, la Unidad CHEMEX de INTERPOL se ha comprometido a abordar estos desafíos de manera integral. Este artículo explora el papel crucial de la Unidad CHEMEX en la región, detallando sus esfuerzos dirigidos a prevenir, responder e investigar actos criminales y terroristas que involucren químicos y explosivos.
Avances estratégicos en seguridad regional
En el año 2019, la Unidad CHEMEX de INTERPOL propuso una estrategia orientada y adaptada a la región, con el fin de monitorear las amenazas, modalidades, tendencias y desafíos que se presentaban en América del Sur; analizar su posible proyección e identificar amenazas emergentes. Esta estrategia no solo permitiría identificar oportunidades de cooperación y asistencia en materia de prevención del terrorismo, sino también construir lazos directos bilaterales con unidades nacionales y realizar coordinaciones y lograr una mayor presencia en el terreno.
Desde la implementación de un Punto Focal Regional, se ha logrado un trabajo ininterrumpido, apoyado por actores multisectoriales de la región que se han sumado progresivamente a la red de esfuerzos colaborativos. Esto ha fortalecido el trabajo especializado y los canales de intercambio de información basados en la confianza y la seguridad en el tratamiento de datos, gracias a la cooperación de las Oficinas Centrales Nacionales de INTERPOL, que actúan como enlaces fundamentales en la cooperación internacional, conectando a sus agencias nacionales con la Unidad CHEMEX y su Punto Focal Regional.
La combinación del trabajo entre los oficiales de la Unidad CHEMEX y los actores nacionales de la región ha contribuidoen la lucha contra los delitos químicos y explosivos, incrementando la participación en América del Sur. De forma progresiva también expandió oportunidades en América Central, logrando establecer la conexión de redes entre regiones y ampliando la participación en el Congreso Global de Seguridad Química y Amenazas Emergentes de INTERPOL. La presencia regional en dicho Congreso permitió fortalecer la red de expertos multisectoriales y mantener reuniones de trabajo regionales de cooperación. Se debatió sobre las amenazas y desafíos que presentan los diferentes sectores y se sumaron esfuerzos colaborativos con la industria y el comercio electrónico para apoyar investigaciones y aumentar capacidades de respuesta.
La amenaza QBRNE
La evaluación de las amenazas químicas y/o de otros materiales no convencionales es la base del trabajo regional. La identificación de incidentes menores con estos materiales evidencia un claro desafío a las técnicas de investigación convencionales, implicando amenazas directas a la seguridad de los primeros respondientes, investigadores, y del público en general. Es por ello que su monitoreo y posible evolución a nivel regional podrían vincularse con acontecimientos en otras regiones, siendo necesario trabajar en la prevención y preparación para responder de forma eficiente ante estos incidentes.
La Unidad CHEMEX enfoca su trabajo regional promoviendo actividades de concienciación sobre el terrorismo con materiales no convencionales. Este tipo de terrorismo supone una amenaza evidente para la salud y la seguridad de los ciudadanos, así como para la seguridad nacional y la estabilidad económica y política de todos los países. Considerando la alta complejidad de este trabajo y la preparación para contrarrestarlos, la Unidad CHEMEX trabaja en la escena regional para apoyar los equipos de respuesta de INTERPOL, impulsar operaciones de intervención estratégica y fortalecer la colaboración de sus países miembros.
Contrarrestando las amenazas de los AEI
Si bien los artefactos explosivos improvisados (AEI) son las armas favoritas de los terroristas, existe una preocupación por su creciente uso por grupos armados ilegales y otros individuos no autorizados. Esto ha afectado a un gran número de países del mundo. Esto ha generado la necesidad de implementar un plan estratégico a 2030 cuyo objetivo es reducir estas incidencias y prevenir el movimiento ilegal de sustancias precursoras, materiales explosivos, y otros componentes utilizados para la fabricación de estos dispositivos mortales.
Desde 2015 y a nivel global, la Unidad CHEMEX lidera el Proyecto Watchmaker de INTERPOL, que contribuye a contrarrestar las amenazas planteadas por los AEI, así como a identificar, localizar y detener tanto a los fabricantes de bombas como a cualquier persona involucrada en incidentes con químicos y explosivos.
El trabajo realizado en América del Sur identificó un incremento en el uso criminal y terrorista de AEI. La gran cantidad de incidencias también evidenciaba la preocupante capacidad operativa de actores no autorizados para desarrollar sus actividades ilegales, criminales, ataques y/o atentados. Ante ello, se desarrollaron actividades regionales que sentaron las bases para conformar, a finales de 2022, el grupo de trabajo Watchmaker para América del Sur. Este grupo, que sigue activo hasta la actualidad, interrelaciona a diversas áreas especializadas a nivel nacional y conecta a nueve países miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Innovación con impacto
En 2023, la Unidad CHEMEX lanzó el nuevo Programa CHEMEX a nivel regional con el objetivo de fortalecer las capacidades de las agencias encargadas y autoridades competentes en los países miembros, mejorando así la prevención, detección, respuesta e investigación de actos criminales o incidentes terroristas que involucren químicos y explosivos. Este programa plurianual también buscó promover la cooperación internacional y el intercambio de mejores prácticas entre los países participantes.
El programa fue adaptado específicamente a las necesidades de los países de la región de América del Sur mediante una evaluación exhaustiva de sus capacidades y requisitos nacionales. Esto incluyó la elaboración de un cronograma detallado de actividades a tres años como parte integral del Plan de Acción, diseñado para asegurar una implementación efectiva y sostenible de las iniciativas propuestas.
Capacitación y formación
Dentro del modelo adaptado para la región y el compromiso asumido de cooperación internacional, se llevaron a cabo diversas actividades significativas para fomentar el intercambio de información y fortalecer las capacidades. Estas incluyeron reuniones bilaterales de cooperación entre países miembros durante 2020 y 2021, visitas de acercamiento y colaboración con Ecuador y Paraguay en 2022, colaboraciones con unidades especializadas en explosivos de Colombia para apoyar formaciones conjuntas en 2023, jornadas de concienciación con diversas unidades de investigación criminal y antiterrorismo de la Policía Nacional del Perú en el mismo año, y la colaboración con la Directora Técnico Científica de la Policía Federal de Brasil en su curso de especialización en investigación de escenarios post-explosión en mayo de 2024.
Todas estas actividades facilitaron espacios para compartir e intercambiar información sobre modalidades y tendencias identificadas en América Latina, así como los desafíos que representan las amenazas con químicos y explosivos para las agencias de aplicación de la ley. Además, contribuyeron a mantener actualizados los protocolos de trabajo de manera que se puedan salvaguardar las vidas de los oficiales de primera respuesta e intervención, y mejorar las capacidades de prevención al identificar indicadores en las escenas del delito que puedan señalar la posible fabricación de bombas o explosivos caseros.
Resultados de la cooperación regional
Uno de los pilares fundamentales de la cooperación internacional es el intercambio de información. INTERPOL desempeña un papel crucial al permitir este intercambio, facilitando la comunicación de datos relacionados con delitos y la propuesta de notificaciones para su publicación en su sistema seguro de comunicación. Siempre con el consentimiento del país emisor, esta información puede ser compartida con algunas o todas las agencias policiales de los 196 países miembros de INTERPOL, promoviendo su expansión a nivel nacional para llegar al mayor número posible de funcionarios de las agencias de aplicación de la ley.
En América del Sur, el trabajo colaborativo se ha enfocado en identificar diversas modalidades y tendencias criminales. Se ha coordinado con actores especializados nacionales para emitir numerosas Notificaciones Naranjas y Moradas de INTERPOL. Se ha compartido información sobre diseños técnicos y tácticos de AEI, tecnología VANT equipada con cargas explosivas, métodos de ocultamiento de materiales explosivos, uso de microprocesadores en sistemas de iniciación de AEI, tecnología de impresión 3D para fabricar componentes de AEI y casos de robo de material radioactivo. Además, se ha apoyado a América Central en la coordinación de alertas por el robo de cilindros de cloro.
Construyendo un futuro seguro
Pese a que el panorama de amenazas en esta región difiere de otras con mayor incidencia de terrorismo, en el futuro podría aumentar su complejidad y respuesta. Grupos del crimen organizado y otros actores no autorizados han adoptado diseños de AEI con estándares internacionales y tácticas utilizadas por grupos terroristas. Existe un intercambio de influencias y transferencia de conocimientos, usos y modalidades entre ellos. En particular, estos grupos adquieren grandes cantidades de materiales explosivos y precursores químicos, lo que les permite incrementar su capacidad operativa y llevar a cabo diversas actividades al margen de la ley.
A nivel global, fuerzas militares están desplegadas en zonas de conflicto y territorios nacionales afectados por estas amenazas. INTERPOL propone mejorar el intercambio de datos entre fuerzas militares o de tarea conjuntas utilizando canales policiales. En estos territorios, esta cooperación puede proporcionar información crucial para respaldar investigaciones policiales y obstaculizar los movimientos de fabricantes de explosivos caseros y bombas. Las iniciativas de CHEMEX respaldan este tipo de colaboración al canalizar inteligencia militar a través de mecanismos policiales internacionales para apoyar a las fuerzas de seguridad de primera línea. Esto incluye la alerta temprana sobre nuevas tendencias o sistemas, salvaguardando vidas y actualizando procedimientos de técnicas, tácticas y procedimientos seguros. Esta cooperación también está siendo promovida en América del Sur.
Resulta crucial adoptar un enfoque multisectorial para abordar y contrarrestar las amenazas relacionadas con químicos y explosivos, no limitándose solo a las regiones afectadas. Esto incluye reducir sus incidencias e impactos mediante investigaciones para identificar a los responsables y desmantelar redes criminales transnacionales. De esta manera, se contribuye a hacer de nuestra región y del mundo un lugar más seguro.
La colaboración regional en América del Sur a través de la Unidad CHEMEX de INTERPOL ha sido fundamental para abordar las amenazas relacionadas con químicos y explosivos en la región. Mediante la implementación de programas, capacitaciones e intercambio de información, se han fortalecido las capacidades de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Conforme las amenazas evolucionan y se vuelven más complejas, es esencial mantener una sólida cooperación internacional, compartir conocimientos y promover la actualización continua de protocolos y técnicas para garantizar la seguridad a nivel global. La Unidad CHEMEX continuará desempeñando un papel crucial en la prevención y respuesta ante incidentes relacionados con químicos y explosivos, trabajando estrechamente con los países miembros para promover la seguridad y la estabilidad tanto en América del Sur como a nivel global.
Leonel Guerrieri es un Oficial Regional Especializado de la Unidad de Prevención de Terrorismo con Químicos y Explosivos (Unidad CHEMEX), que ha estado trabajando desde el 2019 para la Subdirección QBRNE y Objetivos Vulnerables de la Dirección de Contra Terrorismo, en el cargo de Punto Focal Regional de Explosivos para la región de América del Sur. Es Comisario de la Policía Federal Argentina, y funcionario puesto a disposición de INTERPOL, con 27 años de experiencia en servicios policiales.