LA ARQUITECTURA DE DETECCIÓN NUCLEAR EN LA AMENAZA NO CONVENCIONAL

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Profesora Natividad Carpintero-Santamaría – Instituto de Fusión Nuclear “Guillermo Velarde”.  Secretaria General de Eurodefense – Spain

INTRODUCCIÓN

La arquitectura de detección en la esfera de la seguridad física nuclear (NSDA) es un sistema holístico de integración de equipos y medidas para implementar las estrategias nacionales en la detección de materiales radiactivos o nucleares adquiridos ilícitamente. La seguridad física nuclear (Nuclear Security) que contempla la prevención, detección y respuesta a actos deliberados o no autorizados con material radiactivo o nuclear es una cuestión de suprema importancia para la seguridad y, evaluar sus amenazas y riesgos suponen un desafío único, pues estamos considerando especialmente amenazas no convencionales entre las que se incluiría el terrorismo nuclear y radiológico.

Materiales radiactivos son aquellos que producen radiaciones ionizantes en forma de partículas alfa y beta, rayos gamma o radiación neutrónica (Fig.1).  Estos materiales hay que clasificarlos en tres tipos: material nuclear (uranio, plutonio o torio); material radiactivo que se produce de forma natural en la naturaleza de forma cosmogénica o terrestre (Normally Ocurring Radioactive Materials,NORM) y que se dan en las minas de uranio, tierras raras, torio, radón, granito, niobio y ferroniobio o la producción de gas y petróleo y, por último, los materiales radiactivos (radioisótopos) producidos artificialmente con numerosos usos industriales, médicos, agrícolas, hídricos, de investigación, etc. [World Nuclear association Naturally-Occurring Radioactive Materials (NORM)]

Figura 1. Tipos de radiación

Si bien todos los materiales nucleares son radiactivos, desde el punto de vista fenomenológico se entiende como material nuclear todo aquel que pueda fisionarse u originar una reacción nuclear en cadena, como el uranio, el plutonio y el torio.  De aquí que su control es fundamental para combatir la amenaza no convencional que supondría un ataque terrorista con un dispositivo nuclear improvisado (IND). 

Dentro de la política holística de prevención, la estrategia de la defensa en profundidad juega un papel muy importante al ser un concepto clave de seguridad activa y pasiva, elaborado a partir de una arquitectura compuesta de multicapas de protección redundantes y desplegadas jerárquicamente, que ofrecen una prevención eficaz a un determinado número de incidentes postulados, su mitigación y consecuencias. El objetivo general de la defensa en profundidad es asegurar que un simple fallo o una combinación de fallos, de carácter técnico o humano, o un ataque, al comprometer un nivel de la barrera de defensa no se propagaría o propagarían poniendo en peligro la defensa en profundidad a niveles subsiguientes, consiguiendo de este modo una debilitación del fallo o del ataque.

La responsabilidad de la seguridad física nuclear incumbe plenamente a cada estado desde el punto de vista legal y regulatorio, que tiene que garantizar la seguridad física de los materiales nucleares, otros materiales radiactivos, las instalaciones conexas y las actividades que se hallen bajo su jurisdicción. Cada estado debe crear su régimen de seguridad física nuclear conforme a sus características propias y actuando en cooperación con otros países, entre los cuales se hallan aquellos que pudieran presentar mayores dificultades a la hora de aplicar prácticas de detección de material radiactivo de entrada ilegal. 

Figura 2.- Material radiactivo abandonado.

 https://x.com/iaeaorg/status/1875799392814322089/photo/1

Establecer una arquitectura de detección nuclear eficiente es una labor que requiere alta cooperación internacional centrada especialmente en la evaluación de la amenaza y detección de alerta temprana. Aquí entran en primer plano los materiales radiactivos fuera de control regulatorio (Materials Out of Regulatory Control, MORC) (Fig. 2), comúnmente llamados fuentes huérfanas. Se trata de fuentes radiactivas que han sido abandonadas, robadas, extraviadas o transferidas sin autorización, o que nunca estuvieron bajo supervisión reglamentaria, o que por haber llegado al final de su vida útil están fuera del control regulatorio. Todas ellas suponen un riesgo para la salud pública.

OBJETIVOS

La determinación de los objetivos de la arquitectura de detección de seguridad física nuclear está basada fundamentalmente en una amenaza nacional y la valoración de su riesgo, la interpretación del ámbito de operaciones y los recursos disponibles. Todo ello encuentra un desafío en la amenaza no convencional que plantea el terrorismo nuclear y el terrorismo radiológico. Este peligro real es una de las más importantes preocupaciones en la lucha contra el terrorismo, pues existe la probabilidad de que un grupo altamente motivado, bien actuando de forma independiente o como parte de una organización, pudiera detonar un dispositivo de dispersión radiológica. Aunque hasta la fecha no se ha dado ningún ataque con agentes radiactivos, la relativa accesibilidad de algunos de estos materiales y la percepción de una nueva estrategia terrorista en el siglo XXI obligan a evaluar cuidadosamente esta amenaza y desarrollar programas estratégicos para detectarla y prevenirla. Es aquí donde la arquitectura de detección nuclear desarrolla un papel fundamental en la reducción de riesgos, eficacia de los costes, sostenibilidad y recursos humanos.

Las radiaciones ionizantes no son detectables por los sentidos, de ahí que una parte intrínseca de esta arquitectura depende de instrumentos de identificación radiológica (RID). En el año 2000, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicó una clasificación de fuentes radiactivas en cinco categorías de mayor a menor toxicidad radiológica. El objetivo de esta categorización es el de poder determinar de manera inmediata qué tipo de material radiactivo estamos tratando y el riesgo que pueda suponer para la población. Con estos datos se pueden optimizar las medidas de seguridad aplicadas a las fuentes radiactivas contra un uso malicioso o delictivo de las mismas y causantes de efectos deterministas sobre la salud. Las categorías 1, 2 y 3 forman el conjunto de fuentes radiactivas selladas de alta actividad (High Activity Sealed Sources) que suelen utilizarse en medicina para tratamiento y diagnóstico, para ensayos no destructivos y para esterilización de diversos materiales. 

Los RIDs más utilizados son los de radiación gamma, pues la cuantificación de esta radiación es fundamental para conocer la cantidad de materiales presentes y cómo y dónde se desplaza la radiactividad. Los detectores Geiger-Müller, los de centelleo y los detectores semiconductores pueden monitorizar la radiación ambiental, especialmente si están dotados con sensores de navegación global. (Figuras 3, 4 y 5).

Figura. 3.- Detector portátil de espectrografía gamma (NCT Sonthofen (Alemania)- Foto de la autora)

Figura 4.- Detector de radiación de semiconductores (OTAN (Bruselas) – (Foto de la autora)

Figura 5.- Portal de detección de radiación en rutas terrestres y portuarias.

TRÁFICO ILÍCITO DE MATERIALES RADIACTIVOS Y SEGURIDAD FRONTERIZA

En 1995 el OIEA creó la llamada Illicit and Trafficking Database (ITDB) que ahora se llama Incident and Trafficking Database (IAEA), con el objetivo de apoyar a los países miembros y a los no miembros para combatir el tráfico ilícito y reforzar la arquitectura de seguridad física nuclear.  Los incidentes quedaron clasificados en: 1) Adquisición no autorizada, como robo, posesión o transferencia con uso malicioso. 2) Incidentes sin una intención concreta. 3) Incidentes que no están conectados o probablemente no están conectados con tráfico o uso malicioso.

El gran número de radioisótopos utilizados en el mundo hace que anualmente se contabilicen millones de envíos de estos materiales por correo postal, tierra, mar y aire. Aunque el acceso a la información específica de la ITDB es confidencial, la información pública indica que, a fecha 31 de diciembre de 2023, se dio cuenta de 147 incidentes relacionados con actos ilegales o no autorizados de materiales radiactivos. [IAEA report]

Actualmente, el tráfico ilícito de material radiactivo es susceptible de hacerse a través de los tráficos ilegales de armas, drogas, etc., con la salvedad de que, al ser material de doble uso, para el traficante es más sencillo falsificar tanto el remitente como el usuario final, así como el concepto del envío, aprovechando para el transporte el tránsito por países donde los requisitos de control de exportación pueden resultar relativamente laxos. 

La seguridad de fronteras es esencial y necesita de una máxima colaboración entre las autoridades competentes que deben permitir la notificación de cualquier hecho ilícito que implique material ionizante. Los primeros en tener esta información son los Oficiales de Primera Línea (FLO)  formados por responsables del control fronterizo terrestre y marítimo, aduanas, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, agencias de inteligencia y otros. A todos ellos corresponde la detección e interceptación de material radiactivo traficado ilícitamente.  No obstante, y teniendo en cuenta que la instalación de sistemas de detección radiológica a lo largo de una misma línea de frontera es difícil de llevar a cabo, compartir información internacional es esencial.

CONCLUSIONES

La amenaza no convencional ha aumentado significativamente en el siglo XXI, pues la perturbación geopolítica derivada de los conflictos actuales es un factor de máximo nivel de alerta por la inestabilidad que sufren numerosos países que presentan fronteras de alta vulnerabilidad. 

La problemática del tráfico ilícito de materiales radiactivos es una cuestión de daño severo a la salud de la población que necesita de una arquitectura de seguridad física nuclear y una actuación sinérgica de colaboración internacional, junto con los intereses de la seguridad nacional y la construcción de una seguridad conjunta que proporcione una ventaja estratégica adicional aumentando la capacidad de disuasión criminal. Un potencial traficante de material no sometido a control regulatorio o robado directamente intentará desarrollar nuevas tácticas, ya que sabe que la detección radiológica es visible o predecible y tratará de localizar rutas diferentes.

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